Desde los años sesenta, el uso rutinario de la inmunoglobulina anti-D ha reducido considerablemente el riesgo de aloinmunización materna, que surge por la incompatibilidad RhD entre madre y feto, evitando así sus posibles complicaciones. Con el tiempo, la combinación de profilaxis prenatal y posnatal ha seguido disminuyendo el riesgo de aloinmunización, alcanzando un porcentaje estimado de entre 0,18% y 0,35%.
Hoy en día, la disponibilidad de la prueba prenatal no invasiva (NIPT) permite determinar el estado RhD del feto mediante el análisis del ADN fetal libre en la sangre materna, entre el segundo y tercer trimestre de embarazo en mujeres RhD negativo. En los estudios internacionales hasta la fecha, el genotipado del RHD fetal ha demostrado una alta sensibilidad y un bajo índice de falsos negativos cuando se realiza en el periodo recomendado, en el que la concentración de ADN fetal en el plasma materno es mayor.
La adopción de la prueba prenatal no invasiva ha llevado a la introducción de programas de cribado del estado RhD del feto en mujeres embarazadas RhD negativo en varios países europeos, a nivel nacional o regional/local.
En Italia, la región de Friul-Venecia Julia estableció en 2017 un protocolo para validar el genotipado fetal del RHD y recopiló datos en un programa de cribado regional para evaluar la utilización de la prueba prenatal no invasiva de ADN fetal. Este enfoque tiene el objetivo de mejorar la administración de la inmunoprofilaxis anti-D prenatal limitándola a los casos necesarios, es decir, aquellos en los que el feto es RhD positivo.
Desde 2019, el genotipado fetal del RHD se realiza entre las semanas 22 y 24 de gestación, permitiendo administrar la profilaxis en el plazo rutinario en Italia (semana 28). Aunque la pandemia de Covid-19 ralentizó el proceso, la prueba se aplicó a 142 mujeres embarazadas RhD negativo entre noviembre de 2019 y noviembre de 2021. En este periodo, el genotipo RHD fue positivo en el 62,2% de los casos, con solo dos resultados no concluyentes. En una muestra de 116 nacimientos, el genotipado fetal coincidió con el fenotipo RhD posnatal, mostrando una sensibilidad del 100%, precisión del 99,1% y especificidad del 97,9%.
Los resultados muestran que el genotipado fetal no invasivo es una prueba fiable y fácil de realizar. Además, la centralización en un solo laboratorio garantiza la calidad y consistencia de los resultados. Este enfoque permite optimizar el uso de profilaxis anti-D prenatal en mujeres RhD negativo, reservándola únicamente para aquellas con un feto RhD positivo, y evita la exposición innecesaria a medicamentos derivados del plasma, que pueden conllevar riesgos de transmisión de infecciones.
A nivel clínico, esta estrategia representa una mejor práctica al reducir el uso de medicamentos derivados del plasma a los casos estrictamente necesarios. Según los autores, el cribado no invasivo podría ser una herramienta útil para las organizaciones de salud y para la seguridad de los pacientes, y debería extenderse a otras regiones italianas.
El siguiente paso es recopilar datos que respalden la viabilidad de seleccionar las mujeres para inmunoprofilaxis posnatal mediante genotipado fetal, eliminando así la necesidad de análisis serológico del RhD en el recién nacido. Este enfoque se ha implementado ya en Noruega, donde estudios recientes han validado la estrategia.